Año Nuevo, Vida Nueva

31 12 2009

Año Nuevo

Foto: (cc) caruba

«El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.»
William Shakespeare

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El Imbatible

2 11 2009

El Imbatible

Foto: (cc) quinn.anya

Eran la 1 de la tarde y hacía un calor infernal. Con su mejor pinta y una impecable sonrisa forzada el “Imbatible”, como lo llamaban en el trabajo, les daba la bienvenida a los nuevos interesados en comprar la casa. El anterior vendedor no pudo lograr la venta en 5 ocasiones y por desesperación del dueño, se le había asignado la venta al Imbatible. Ya los había convencido bastante con una excelente descripción telefónica y algunas fotos estratégicas sacadas con un gran angular. Pero faltaba la visita en terreno. Este escollo era conocido en el ambiente de las corredoras como “El Averno”, pues en muchos casos la mejor pintura era incapaz de esconder las peores falencias de un hogar en venta.

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Temprana Primavera

1 09 2009

Primavera

Foto: (cc) eleda 1

Hoy recibí en mi casa la visita de Primavera. Llegó mucho antes que en años anteriores lo que molestó naturalmente a su primo Invierno. Al verla llegar Invierno se ruborizó de indignación, aunque sus mejillas sólo alcanzaron un débil color lila pálido. Invierno había tenido problemas recientes con el hermano de Primavera, un obstinado Otoño que se negó a abandonar las comodidades que mi casa le entregaba. Fue tal su disgusto que no tardaron en trenzarse a golpes en el rellano del departamento. En esa ocasión ambos tuvieron que ser separados por mi y unos vecinos que llegaron rápidamente alertados por el ruidoso escándalo de mis visitas trimestrales. Lee el resto de esta entrada »





Las Reglas

27 05 2009

Las Reglas

Foto: (cc) Kasaa

La música no paraba de sonar. Apenas eran las 4 de la mañana y la mayoría estaba en la pista de baile siguiendo el pegajoso ritmo del momento. Sentía retumbar esos tambores en mi estómago y el humo del cigarro acumulado me tenía con los ojos irritados, pero la felicidad del momento era tan grande que casi no me preocupaba. Sabía que dentro de unas horas todo acabaría y la tranquilidad volvería como polluelo a su nido. Miré de lejos a quien se había transformado esa noche en mi esposa y no pude dejar de sonreír al verla corretear con sus amigas. Se notaba que la dicha no le cabía en ese vestido blanco y me excité pensando en que pronto tendría el placer de sacárselo. Lee el resto de esta entrada »