Foto: (cc) davesag
La sala de clases estaba abarrotada. Apenas cabíamos y el murmullo incansable de las especulaciones de lo que se venía, hacía más irrespirable el ambiente. De pronto se produjo un silencio y todos miramos hacia adelante. El que todos llamaban Juancho tenía su mano izquierda en la rueda gigante y apoyándose con rabia la hizo girar. La ruleta de la revolución giró 3 veces para detenerse lentamente en la palabra «PAZ». Todos nos miramos llenos de incredulidad. Fue ahí cuando los disparos comenzaron.
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