Foto: (cc) Woody शक्ति Shakti
Esa noche soñó con su propia muerte. Horrorizada miró el fondo de la taza de café turco que había desayunado, los granos aun húmedos daban cuenta de un certero futuro de corto plazo. Corrió en busca de un tarotista imparcial, pero la suerte no fue distinta. Agotada se detuvo y miró sus manos. Se dio cuenta que nunca les había prestado atención, su línea de la vida estaba extrañamente entrelazada por la línea del corazón. Levantó la vista para encontrar la de él, su corazón saltó alegre en un ritmo inusitado e irregular para luego dejar de latir para siempre.
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